Los servicios de ejercicio físico en población oncológica pasan por formación especializada de EFD

LOS SERVICIOS DE ALTA CALIDAD DE EJERCICIO FÍSICO EN POBLACIÓN ONCOLÓGICA PASAN POR UNA FORMACIÓN ESPECIALIZADA DE LAS EDUCADORAS Y EDUCADORES FÍSICO DEPORTIVOS

«Es el momento de incluir de forma concreta, extendida y desarrollada por profesionales el ejercicio físico como herramienta coadyuvante a los tratamientos actuales contra el cáncer», señala Lidia Brea, directora del ‘Curso de Experto en Ejercicio Físico y Cáncer’. Este #PostgradoComprometidoEFD ahonda en tres aspectos fundamentales: la fisiopatología de la enfermedad, la fisiología del ejercicio y el diseño de programas de ejercicio físico en este perfil poblacional. Inicio: 23 de enero de 2023. 20% de descuento reservando plaza antes del 30 de junio de 2022.

Recientemente el ‘Curso de Experto en Ejercicio Físico y Cáncer’ de la UEM ha obtenido el distintivo de ‘Postgrado comprometido con la profesión de la Educación Física y Deportiva’. Este sello se otorga por el Consejo COLEF a aquellos Máster Universitarios y Títulos Propios (de Máster, Especialista o Experto) que cumplen la legislación vigente y, también, el Código Deontológico. Conoce toda la información de este posgrado, con un plan de estudios y un claustro que te sorprenderá.

Inicio: 23 de enero de 2023.

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Hoy, Lidia Brea Alejo (EFD 57.496), directora del ‘Curso de Experto de Ejercicio Físico y Cáncer’, nos responde a algunas preguntas sobre ejercicio físico y cáncer, de interés tanto para educadoras y educadores físico deportivos que quieran especializarse en ejercicio físico en población oncológica, como para la ciudadanía en general.

ENTREVISTA A LIDIA BREA ALEJO

¿Cuáles son las principales cifras sobre cáncer?

L: Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), 1 de cada 2 hombres y 1 de cada 3 mujeres tendremos cáncer a lo largo de nuestra vida. Aproximadamente al año se diagnostican unos 275.000 nuevos casos y mueren por esta enfermedad unas 110.000 personas, siendo los tumores la tercera causa de mortalidad en nuestro país (Las cifras del Cáncer, 2021). Además, es importante incluir en estos datos, con el fin de tomar perspectiva de la situación, que más de 1 millón y medio de personas han sobrevivido a la enfermedad (GEPAC). Es el momento de incluir de forma concreta, extendida y desarrollada por profesionales el ejercicio físico como herramienta coadyuvante a los tratamientos actuales contra el cáncer.

¿En qué momento es importante realizar ejercicio físico en base a sus beneficios?

L: El ejercicio físico puede influir positivamente tanto en la prevención, durante el tratamiento y una vez superada la enfermedad. Por ello, se convierte en un hábito de vida a incluir en cualquier momento de la enfermedad.

¿Cuáles son los beneficios específicos en relación a la prevención?

L: Instituciones de amplia relevancia como el Global Cancer Observatory o la OMS, ya han establecido que entre un 30 y un 50% de los cánceres podrían llegar a prevenirse, exponiendo una serie de indicaciones para el fomento de esa prevención. En concreto, la práctica regular de ejercicio físico es uno de esos factores que intervienen positivamente. Existen incluso artículos con más de 1,4 millones de pacientes en los que se expone que el ejercicio físico realizado en el tiempo de ocio puede llegar a reducir el riesgo de padecer 13 tipos de tumores diferentes.

¿Y durante el tratamiento? ¿También hay beneficios?

L: Un aspecto fundamental de este preciso momento es que, gracias a la práctica del ejercicio físico, los efectos secundarios de los propios tratamientos pueden disminuirse, lo que ayuda a afrontar mejor los mismos. Efectos secundarios como la fatiga crónica asociada al cáncer, los problemas a la hora de conseguir un descanso eficaz, el dolor, los problemas psicológicos o los problemas cognitivos han demostrado mejorar gracias al ejercicio físico. Por supuesto, todo ello gracias a la mejora (o al menos al mantenimiento en este periodo) de la condición física, pudiendo además prevenir la caquexia, sarcopenia o pérdida de masa ósea que también pueden darse en los pacientes en tratamiento.

Una vez se supera la enfermedad, ¿es necesario seguir haciendo ejercicio?

L: Por supuesto. El ejercicio físico se debe convertir en una obligación, ya que muchos de los efectos secundarios de los tratamientos se mantienen a lo largo de los años y, como hemos comentado, el ejercicio físico tiene unos efectos muy positivos en ello. Pero no solo por eso, sino que hay ya evidencia científica de que el ejercicio físico reduce las recidivas, reduce la probabilidad de que surjan enfermedades futuras provocadas por los propios tratamientos, o lo que es más importante, reduce la mortalidad específica por cáncer (habiéndose evidenciado en cáncer de mama, próstata y colón).

¿Cómo deben desarrollarse los programas de ejercicio físico?

L: Lo más importante de ellos es que sean prescritos por el equipo oncológico y diseñados, supervisados y evaluados por educadoras y educadores físico deportivos, siempre en contacto directo y continuo con ese personal sanitario, desarrollando un trabajo interdisciplinar, que es el que al final consigue los mayores beneficios para los pacientes. Además, esos programas deben estar basados en los últimos resultados reportados por la ciencia, ya que cada vez hay más evidencia de cómo deben desarrollarse dichos programas.

¿Por qué es importante el desarrollo de este curso de experto en Ejercicio físico y cáncer de la Universidad Europea de Madrid, junto con QUIRON Salud?

L: El hecho de aumentar la especialización de los graduados en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en el ejercicio físico en población oncológica se evidencia como fundamental observando todo lo mencionado en las preguntas anteriores. El Grado dota de competencias que pueden ser desarrolladas más específicamente en este Curso de Experto, ahondando en tres aspectos fundamentales: la fisiopatología de la enfermedad, la fisiología del ejercicio y el diseño de programas de ejercicio físico en este perfil poblacional. En este último punto, es fundamental que profesionales que están desarrollando este tipo de programas puedan transmitir a los estudiantes cómo proceder y cómo aplicar esa evidencia científica al día a día. Durante todo el programa, además, los estudiantes recibirán formación por parte de profesionales de distintas áreas, como oncología, nutrición, psicología, enfermería y fisioterapia, consiguiendo así esa visión de trabajo interdisciplinar fundamental para el desarrollo correcto de este tipo de intervenciones.