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El personal docente de Educación Física se ha adaptado para crear entornos seguros, han innovado y reinventado sus clases, pero es necesario el apoyo de la Administración y los centros educativos para que sea suficiente y se cumplan las recomendaciones internacionales. Tras las consecuencias que ha generado esta pandemia por la COVID-19, con mayor sedentarismo e inactividad física, es aún más necesaria la dedicación que supone esta materia para, entre otros, la salud física y mental, la alfabetización motriz y el fomento de los hábitos de vida saludable.
El Día Mundial de los Docentes se celebra anualmente cada 5 de octubre de 1994, conmemorando dos textos fundamentales como son la Recomendación de la OIT y la UNESCO relativa a la Situación del Personal Docente (1966) y la Recomendación relativa a la Condición del Personal Docente de la Enseñanza Superior (1997). La primera establece criterios de referencia en cuanto a los derechos y responsabilidades del personal docente y normas para su formación inicial y perfeccionamiento, la contratación, el empleo, y las condiciones de enseñanza y aprendizaje, y la segunda la complementa en lo relativo al personal docente y de investigación de la enseñanza superior.
Este año, la UNESCO, UNICEF, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Internacional de la Educación impulsan este día bajo el lema bajo el tema “Docentes: liderar en situaciones de crisis, reinventar el futuro” y en su mensaje conjunto señalan que el personal docente ha velado por que ningún/a alumno/a se quede atrás, porque #ElAprendizajeNuncaSeDetiene.
En este Día, desde el Consejo General de la Educación Física y Deportiva (Consejo COLEF), queremos remarcar la importante labor de los/as educadores/as físico deportivos que se dedican a la enseñanza en los diferentes niveles educativos. En concreto, en estos momentos en los que la Educación Física escolar se está viendo limitada, con las consecuencias que esto supone para el desarrollo integral y la salud del alumnado, es necesario recordar que el acceso a la educación física es un derecho fundamental (UNESCO, 2015).
En esta situación, el personal docente de la materia de Educación Física ha sabido adaptar sus clases, creando e innovando para hacer entornos seguros y responsables (ver Guía). Pero es necesaria la implicación de las Administraciones Públicas y los centros educativos para que la Educación Física sea suficiente y se cumplan las recomendaciones internacionales (UNESCO, 2015). Limitar esta materia significa limitar también el desarrollo integral de la población infantil. Ahora, más que nunca, tras las consecuencias que ha generado esta pandemia por la COVID-19, con mayor sedentarismo e inactividad física, es aún más necesaria la dedicación que supone la Educación Física para, entre otros, la salud física y mental, la alfabetización motriz, el fomento de los hábitos de vida saludable y los valores relacionados con la práctica físico-deportiva.
Además, en este Día, y reforzando el mensaje que se lanzó las pasadas semanas desde este Consejo General, procede señalar que la Carta internacional de la educación física, la actividad física y el deporte indica que todo el personal que asuma la responsabilidad profesional de la educación física “debe tener las cualificaciones, la formación y el perfeccionamiento profesional permanente apropiados”, y que en esto mismo se insiste desde la UNESCO en su Guía para los responsables políticos sobre Educación Física de Calidad.
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