Septiembre es el mes de los buenos propósitos… pero también de abandonos rápidos y falsas expectativas. Para que empezar o retomar el ejercicio no sea una moda pasajera, necesitas información, planificación y profesionales cualificados. En este artículo te explicamos cómo elegir actividad, qué titulación exigir, cómo debería ser una evaluación inicial, y qué diferencia a un buen servicio. Porque tu bienestar merece rigor, ética y seguridad.
Cada septiembre los gimnasios, clubes y centros deportivos se llenan de nuevas personas con ganas de cambiar de hábitos. Pero más de la mitad sigue sin cumplir las recomendaciones de actividad física, y buena parte de quienes se inscriben en septiembre abandonan a las pocas semanas. El problema no es la falta de voluntad, sino la ausencia de asesoramiento profesional, planificación realista y una cultura del “todo vale” que pone en riesgo la salud y desanima a quienes comienzan.
Si este septiembre quieres empezar (o retomar) el ejercicio, la clave no está en “apuntarte a algo”, sino en hacerlo bien: con información, seguridad y profesionales cualificados.
1) ENCUENTRA UNA ACTIVIDAD QUE TE MOTIVE
El primer paso no es “inscribirse al gimnasio”, sino descubrir qué nos hace disfrutar del movimiento. La práctica puede ser tan diversa como entrenamiento en sala, clases colectivas, actividades “boutique” (yoga, pilates, crossfit, ciclo indoor, fitboxing), deportes de club, natación, escalada, baile o entrenamiento personal. Lo importante es que te apetezca volver. La motivación inicial es el combustible, pero la profesionalidad y el rigor son el motor que asegura que no abandones.
La adherencia se construye desde el disfrute, no desde el sacrificio.
2) ASEGÚRATE DE QUE QUIENES TE ENTRENAN ESTÁN CUALIFICADOS
En España, el sector deportivo cuenta con titulaciones y cualificaciones oficiales y la legislación dice que tienes el derecho a exigirlas:
Entrenadores deportivos: formados a través de enseñanzas deportivas oficiales de régimen especial o de periodo transitorio, habilitados para el entrenamiento de modalidades deportivas específicas.
Titulaciones de Formación Profesional y Certificados de Profesionalidad: cualifican para la prestación de servicios colectivos y generalistas en instalaciones y entidades deportivas. Quizás te suene el TAFAD, que era el antiguo Ciclo Superior, y que ahora se ha dividido en dos: Técnico Superior en Acondicionamiento Físico y Técnico Superior en Enseñanza y Animación Sociodeportiva. También podemos mencionar los certificados de profesionalidad más comunes, cuya denominación ya indica para lo que están enfocados: acondicionamiento físico en grupo con soporte musical; acondicionamiento físico en sala de entrenamiento polivalente; o instrucción en yoga.
Licenciatura o Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAFyD): requisito para la preparación física, es decir, servicios personalizados y adaptados orientados a salud y rendimiento. En este caso, además, es fácil asegurarte de que la persona que te va a prestar el servicios realmente cuenta con la titulación en CAFyD, a través del censo colegial (https://www.plataformacolef.es/es/0/25/Censo-colegial.html), lo cual también ofrece garantías éticas y una vía de reclamación colegial.
No basta con confiar en “experiencia como deportista”, “pasión” o “haber conseguido resultados físicos”.
¡Exige profesionales cualificados!
3) CENTROS TRANSPARENTES: UNA BUENA PRÁCTICA IMPRESCINDIBLE
Toda entidad deportiva debería contar con un panel visible en sus instalaciones y web donde figuren:
Las y los profesionales que prestan servicios.
Su titulación o cualificación oficial.
Desconfía de quienes se promocionan en redes sociales sin aportar formación acreditada.
No dejes tu salud en manos de influencers o autodidactas.
4) EVALUACIÓN INICIAL: DOS NIVELES DE EXIGENCIA
Un centro serio siempre pedirá rellenar un cuestionario básico de salud y el profesional se interesará por tus antecedentes médicos y tu estado actual. Esto no es burocracia: permite adaptar ejercicios, prevenir lesiones y darte indicaciones que no pongan en riesgo tu salud.
Servicios generalistas o colectivos: mínimo un cuestionario PAR-Q o similar, con interés genuino por tu estado de salud. Esto permite adaptar ejercicios y prevenir riesgos.
Servicios de preparación física (incluyen entrenamiento personal y servicios grupales dirigidos a poblaciones especiales): evaluación completa de la condición física, historial y una planificación estructurada. No es un extra, es una garantía.
Si no te preguntan por tu salud antes de entrenar, desconfía
5) CALIDAD DE LA ATENCIÓN: ESTÁNDARES BÁSICOS Y ESPECÍFICOS
Independientemente de que entrenes en grupo o de forma individual, hay estándares mínimos de calidad que todo servicio debe cumplir:
Explicaciones claras de cada ejercicio: qué se trabaja y qué se debe sentir.
Demostración técnica adecuada, sin improvisaciones ni ejercicios peligrosos.
Correcciones verbales colectivas y una atención constante a la seguridad.
Opciones para diferentes niveles, para que nadie quede excluido ni se exponga a riesgos.
Recordatorios básicos de salud, como hidratación, pausas activas o recomendaciones post-sesión.
Respeto y trato profesional: no debe haber contacto físico sin previo aviso y consentimiento explícito.
En actividades colectivas o generalistas:
La atención es grupal, pero eso no significa descuido: la persona instructora debe observar a toda la clase y corregir errores frecuentes.
La comunicación es clave: un buen profesional explica de viva voz, utiliza demostraciones y verifica que las personas participantes han entendido.
Se fomenta el ambiente seguro: se pregunta por sensaciones, se cuidan transiciones entre ejercicios y se incluyen adaptaciones para niveles distintos.
En preparación física personalizada (individual o grupal):
Planificación a medio y largo plazo: el programa tiene una estructura coherente y objetivos claros, consensuados contigo.
Evaluaciones periódicas y seguimiento: se mide tu progreso con pruebas objetivas y se ajustan cargas y ejercicios.
Ajuste individualizado de cada sesión: el entrenamiento se adapta según cómo llegas ese día y según te vas encontrando durante la sesión, no es una rutina fija e inamovible.
Correcciones individualizadas del gesto, con feedback constante. Si es necesario tocar para ajustar, siempre hay aviso previo y consentimiento.
Disponibilidad fuera de la sesión: el/la profesional hace seguimiento de tu estado entre entrenamientos, ajustando lo necesario.
6) PARA QUIENES YA ENTRENAN: EVOLUCIÓN Y PREVENCIÓN
¿Entrenas fuerza además de “resistencia”? ¿Cuidas la técnica y la prevención de lesiones? ¿Tu plan es adecuado a tu edad, salud y objetivos a largo plazo? Tener el hábito NO ES SUFICIENTE SI:
Haces siempre lo mismo, sin progresar en cargas o técnica.
Entrenas solo “resistencia” y descuidas la fuerza, esencial para la salud ósea, muscular y metabólica.
Ignoras el entrenamiento compensatorio: correr o pádel también requieren rutinas complementarias para prevenir lesiones.
No revisas tu planificación con profesionales cualificados: incluso atletas experimentados necesitan un ojo experto para evolucionar de forma segura.
Invertir en evaluación y asesoramiento no es solo para principiantes: es clave para mantener el rendimiento y prevenir problemas a largo plazo.
7) SI ENTRENAS CON UNA PATOLOGÍA, EXIGE ESPECIALIZACIÓN
Si tu objetivo está relacionado con una patología (diabetes, obesidad, cardiopatías, cáncer, etc.), no basta con entrenar: necesitas preparación física adaptada a tu estado de salud, que puede ser tanto individual como grupal. En sesiones grupales para personas con tu patología, aunque no haya atención individual, deben cumplirse los mismos criterios de seguridad y rigor.
Eso sí, debes asegurarte de que quien te presta los servicios de preparación física sea una persona titulada en CAFyD y que tenga formación específica en la aplicación del ejercicio físico en tu patología. Un profesional sin titulación universitaria en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte carece de base para adaptar cargas.
8) MÁS ALLÁ DE SEPTIEMBRE: CONSTRUIR UN HÁBITO CON RESPALDO PROFESIONAL
El inicio del curso es una oportunidad para replantear tu relación con el movimiento. Olvida los atajos y el marketing de resultados inmediatos: la verdadera ganancia está en construir un hábito sostenible. Planifica, busca apoyo profesional y rodeate de personas que compartan tu propósito. Así, septiembre dejará de ser el mes de los buenos propósitos incumplidos y se convertirá en el punto de partida de una vida activa y saludable.
CONSEJO COLEF: TU REFERENCIA EN SERVICIOS DEPORTIVOS SEGUROS
Si quieres empezar bien, hazlo con profesionales colegiados. Comprueba en el Censo quiénes son las personas habilitadas para ofrecerte servicios de preparación física de calidad. Porque tu salud merece evidencia, ética y seguridad.
Consulta el Censo Colegial antes de contratar.
Es gratis, rápido y tu salud lo merece
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