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EL CONSEJO COLEF HABLA SOBRE HÁBITOS DEPORTIVOS POSTVACACIONALES EN EL PERIÓDICO SANITARIO 'ADHERENCIA & CRONICIDAD & PACIENTES'
"Más allá de la EF escolar, los/as educadores/as físico deportivos/as pueden contribuir a esa adherencia en todas las edades, explorando aquello que más pueda motivar a cada persona, para que la práctica físico-deportiva sea un hábito regular, y siempre marcando objetivos realistas". Vicente Gambau i Pinasa (col. 8.916), presidente del Consejo COLEF.
La semana semana, el periódico digital especializado en información sanitaria 'Adherencia & Cronicidad & Pacientes' ha publicado el artículo "Cómo ser adherente al ejercicio tras las vacaciones", en el que la periodista Laura Chivato Isabel resume la entrevista que realizó a Vicente Gambau i Pinasa (col. 8.916), presidente del Consejo General de la Educación Física y Deportiva (Consejo COLEF). Podéis acceder al artículo original clicando aquí. Todas las respuestas a la entrevista a continuación.
En líneas generales, ¿cómo diría que es el hábito deportivo entre la población?
La última Encuesta de Hábitos Deportivos en España se publicó en 2015, y es la que se referencia desde entonces en el Anuario de Estadísticas Deportivas del Consejo Superior de Deportes. Según estos datos solo el 46,2% de la población de más de 15 años realizaba práctica deportiva al menos una vez a la semana, con una diferencia de más de 8 puntos entre hombres (50,4%) y mujeres (42,1%).
Por otra parte, según la Encuesta Nacional de Salud publicada en 2017, el 35,3% de la población entre 15 y 69 años no alcanza tan siquiera las recomendaciones de la OMS sobre actividad física, acuciando también una diferencia desfavorable para las mujeres, resultando en este caso un factor determinante también la clase social (38,9% en la clase más alta vs. 30,1% en clase más baja). Si nos remitimos a la base de datos Eurostat, las estadísticas son aún más desalentadoras, pues solo el 34% de la población española realizaría más de 150 minutos de actividad física aeróbica beneficiosa para la salud, es decir, el mínimo recomendado por la OMS.
Refiriéndonos a población infantil y adolescente, las estimaciones europeas señalan que “hasta un 80% de los alumnos en edad escolar realizan actividades físicas exclusivamente en su centro educativo” (Eurydice, 2013), y también un 80% de los/as adolescentes no cumplen con las recomendaciones mínimas de actividad física (Guthold et al., 2020).
Durante las vacaciones, ¿suele verse modificado este hábito? ¿Por qué?
En el caso de la población infantil y adolescente, la ausencia de Educación Física y de oportunidades de deporte extraescolar son un motivo evidente, e incluso la ciencia se ha preocupado, especialmente por el aumento de comportamientos obesogénicos durante los periodos vacacionales.
El comportamiento en periodo vacacional puede explorarse observando los datos de interés que ofrece el último Anuario de Estadísticas Deportivas, en el que se indica que solo en uno de cada cuatro viajes de residentes, el 26,8%, se realizan actividades deportivas.
¿Qué consejos le daría a la población para ayudar en su adherencia a la práctica deportiva después de las vacaciones? ¿Esto es importante?
Las recomendaciones para población general que ofrecimos desde el Consejo General de la Educación Física y Deportiva (Consejo COLEF), junto con el Consejo Superior de Deportes (CSD), para retomar con seguridad la actividad física tras el confinamiento, son totalmente extrapolables a cualquier otra situación desde la que se parta con bajos niveles de actividad física. De la misma manera, junto con el CSD también realizamos recomendaciones específicas para deportistas profesionales y federados, y también otras como para personas mayores, que son también aplicables a periodos postvacacionales.
En cualquier caso, lo más importante es que se retome la práctica físico-deportiva supervisada por educadores/as físico deportivos/as (profesionales colegiados/as con titulación universitaria en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte) a fin de evitar lesiones y realizar una adaptación progresiva e individualizada.
¿Cómo podría inculcarse la importancia de realizar ejercicio físico?
La asignatura de Educación Física (EF) es la clave para inculcar esta importancia. Aunque el antiguo carácter instructivo de la materia ha dejado un poso difícil de borrar en generaciones que hacían “gimnasia” para mejorar la condición física con carácter utilitario, la obra de Cagigal refleja esa lucha que él y muchos profesores y profesoras de EF emprendieron para transformar esa “gimnasia” en la verdadera Educación Física de hoy en día, una materia con un carácter pedagógico e inclusivo, que desarrolla la educación integral y que es realmente útil para la formación de la persona.
La EF contribuye a la educación integral del individuo, inculca hábitos de vida saludable, mejora la competencia corporal, mejora la capacidad intelectual, la toma de decisiones, la autoestima, la salud, etc. Esta asignatura provee al alumnado de la suficiente cultura motriz, el aprendizaje de patrones de movimiento diversos, con el objetivo de evitar la pobreza motriz que acarrea graves consecuencias a nivel comportamental, de salud, etc.
Además, más allá de la EF escolar, los/as educadores/as físico deportivos/as pueden contribuir a esa adherencia en todas las edades, explorando aquello que más pueda motivar a cada persona, para que la práctica físico-deportiva sea un hábito regular, y siempre marcando objetivos realistas.
¿Qué beneficios tiene dicho ejercicio? Y, sobre todo, ahora con la llegada del coronavirus, ¿cuál es la influencia del deporte frente a un virus como el mencionado?
Las evidencias científicas han mostrado los múltiples beneficios del ejercicio físico. Ya en 2013 investigadores de reconocido prestigio españoles publicaron un artículo titulado “El ejercicio es la verdadera polipíldora”, y es que se ha demostrado que hay 26 enfermedades que mejoran con ejercicio físico (Pedersen y Saltin, 2015) y 35 enfermedades crónicas empeoran por falta de actividad física (Booth, Roberts y Laye, 2012).
En relación con esta pandemia, el propio Ministerio de Sanidad reconocía, a través de la Orden SND/380/2020, de 30 de abril, que, “la práctica de actividad física y la reducción del sedentarismo son factores que tienen una influencia positiva en la mejora de la salud de las personas, en la prevención de las enfermedades crónicas y, por tanto, en la calidad y la esperanza de vida de la población. Así, la actividad física practicada con regularidad tiene múltiples beneficios, como, por ejemplo, la mejora del bienestar emocional, de la función inmunitaria, la reducción del riesgo de desarrollar ciertas enfermedades como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y en general una mejora de la condición física”.
Además, las respuestas y adaptaciones a las dosis adecuadas de ejercicio físico producen beneficios en el sistema inmune, con un efecto protector frente a los virus. Tal y como señalaba el experto Richard J. Simpson en un artículo para el Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM), aunque “el ejercicio no puede evitar que nos infectemos si nos exponemos, es probable que mantenernos activos aumente nuestro sistema inmunológico para ayudar a minimizar los efectos nocivos del virus, mejorar nuestros síntomas, acelerar nuestros tiempos de recuperación y disminuir la probabilidad de que podamos infectar a otros con quien entramos en contacto”. En este sentido, desde la estrategia ‘Exercise is medicine’, proporcionaron un repositorio sobre ejercicio y COVID-19en el que se recopilan varios textos de interés que abordan el tema de la función inmunológica.
También debemos señalar que entre los grupos con mayor riesgo de desarrollar enfermedad grave por COVID-19, se encuentran personas con obesidad, diabetes y otras enfermedades crónicas (Información científico-técnica, enfermedad por coronavirus, COVID-19, 28/08/2020). Éstas, a su vez, pueden mejorar su pronóstico modificando los estilos de vida, como puede ser aumentando los niveles de actividad física e incorporando ejercicio físico.
¿A qué retos se enfrenta la práctica deportiva?
Además de que toda la población cumpla con las recomendaciones de la OMS sobre actividad física, el mayor de los retos actualmente es que cuando se dispongan a realizar cualquier práctica físico-deportiva lo hagan con las mayores garantías de salud y seguridad.
Los expertos han alertado del aumento de lesiones desde mayo, derivadas de una práctica inadecuada. En la red circulan pseudo consejos o ejercicios inadecuados difundidos por personas sin la cualificación exigida legalmente (influencers, deportistas profesionales, practicantes vocacionales u otros profesionales de diferentes sectores) que acaban siguiendo miles de personas, con el riesgo que esto supone para su salud. Desgraciadamente, fuera de internet también prestan servicios personas sin cualificación.
Aun estando el contenido elaborado/a por educadores/as físico deportivos, las personas espectadoras que quieran implementar las “rutinas” o consejos que circulan en la red deben tener en cuenta que éstas no tienen por qué adecuarse a su perfil o características. Además, se debe tener en cuenta que sin supervisión profesional de la técnica de ejecución, la intensidad del trabajo o el volumen, la seguridad disminuye considerablemente y aumenta el riesgo de lesiones.
Otras consideraciones de interés.
Siempre que se contraten servicios de ejercicio físico orientado a la salud, o se sigan consejos en internet sobre ello, es importante asegurarse, a través del buscador de colegiados/as, de que la persona profesional que los ofrece es un/a educador/a físico deportivo/a.
Esto te aportará las máximas garantías dado que nuestra Organización Colegial vela por la salud y la seguridad en los servicios de educación física y deportiva, garantizamos la buena práctica profesional, protegemos el interés general, controlamos y supervisamos el ejercicio profesional, luchamos contra el intrusismo, protegemos tus derechos como ciudadano/a, te aportamos confianza y calidad en el servicio, garantizamos la autonomía e independencia de los/as profesionales y, lo más importante, todos/as los/as educadores físico deportivos/as están sujetos a unas normas deontológicas que son las referencia en el comportamiento profesional, y que deben tener primacía frente a posibles imposiciones por parte de empleadores públicos o privados.